lunes, 18 de diciembre de 2006

Ashaninka



Carmen Núñez Zorrilla
UNMSM


Población
El pueblo ashaninka, según el Censo de Comunidades Indígenas del INEI (1993), contaba con 52 232 personas, ubicadas en las pendientes orientales de la cordillera central (ceja de selva) y valles que pertenecen a las provincias de Chanchamayo, Satipo, Oxapampa y el Gran Pajonal.

¿Campa o ashaninka?
La denominación campa, utilizada en muchas publicaciones para referirse a este pueblo indígena, no corresponde a una palabra propia de su lengua. Al parecer, según las informaciones de los primeros escritos de las misiones que ingresaron a la selva central, el término campa correspondería a una voz de origen pano[1] (no se puede asegurar si es setebo o cunibo).

La autodenominación reconocida por este pueblo es ashaninka o asheninka, dependiendo de su ubicación geográfica y su variedad dialectal. Así, ya sea ashaninka o asheninka, ambas palabras significan “nuestro paisano, nuestro pariente”.

Historia
Las primeras noticias que se tienen, de manera escrita, del pueblo ashaninka corresponden a los relatos de los misioneros que incursionaron en la zona después de la llegada de los españoles. Sin embargo, es posible plantear, de acuerdo a la lectura de documentos escritos como los Comentarios Reales del Inca Gracilazo de la Vega, que el pueblo ashaninka mantenía relaciones de intercambio con las poblaciones andinas desde mucho antes de la llegada de los españoles a su territorio.

Es importante señalar que el pueblo ashaninka tuvo gran participación en el movimiento de sublevación de Juan Santos Atahualpa. De esta manera se puede señalar al Gran Pajonal, territorio al que habían sido movilizados familias ashaninka enteras por órdenes españolas, como locación escogida por el rebelde para hacer un llamado a todos los “indios” de la selva central. Así el Gran Pajonal se convierte en un bastión al que por muchos años ningún español pudo acceder.

Ya en el s. XIX, los ashaninka se ven obligados a enfrentar la fiebre del caucho. Cuadrillas enteras de hombres penetran en la selva, buscando apoderarse de la riqueza de sus árboles y utilizando para este fin a todos los indígenas de los que pudieron echar mano, por lo que se realizaban verdaderas cacerías humanas, las cuales motivaron el desplazamiento de las poblaciones lejos de sus lugares de origen.

Lengua
La lengua ashaninka pertenece a la familia lingüística arawak. Esta lengua presenta diferentes variedades dialectales, clasificadas de distinta manera por diferentes autores. Según Payne (1989) se pueden distinguir las variedades ashaninka de los valles del Tambo, Ene y Bajo Perené; las asheninka de los valles del Pichis, Pachitea, Alto Perené y Apurucayali; los afluentes del Alto Ucayali y el Alto Yurúa, y la variedad asheninka del Gran Pajonal.

El ashaninka es altamente aglutinante, pues presenta gran cantidad de sufijos muy productivos en sus construcciones. El orden sintáctico postulado para esta lengua es el VSO (verbo-sujeto-objeto); sin embargo, también es posible apreciar construcciones del tipo SVO (sujeto-verbo-objeto) que podrían pensarse, responden a la influencia del castellano.

Alfabeto
El ILV planteó un alfabeto para la lengua ashaninka cuando comenzó a trabajar con este pueblo. Debido a la utilización de algunas grafías propias del castellano que no reflejaban sonidos propios del ashaninka; según la opinión de investigadores, estudiosos y hablantes, se propuso la necesidad de una reformulación del mismo.

El nuevo alfabeto para el ashaninka (alfabeto en el que se elaboran los actuales materiales utilizados para la educación bilingüe) es producto del taller convocado por el Ministerio de Educación a través de la Unidad de Educación Bilingüe Intercultural, realizado en Huampaní entre los días 7 a 9 de octubre de 1999. Las grafías consideradas en este alfabeto son las siguientes:

a, b, ch, e, g, i, j, k, m, n, ñ, o, p, r, s, sh, t, th, ts, tz, u, w, y

Es necesario señalar que, si bien es cierto, se aprobó por unanimidad de los ashaninka presentes la "w" en lugar de la "b", en la relación aparecen las dos. Sin embargo, la intención de utilizar sólo fonemas para la propuesta de grafías implica que sólo puede figurar una de ellas, sea cual fuere de las dos que elijan; pues se demostró en dicha reunión que son alófonos por lo que sólo requieren de una para representar a [b] y [w].

Glosario

Naakabe ‘hola (literalmente: soy yo)’
Jataana ‘adiós’
Kitaiteribe ‘buenos días’
Pasonki ‘gracias’
Pipoke ‘ven’
Tsame ‘vamos’
Antamiki ‘en el monte’
Tsika pipaitaka ‘¿cómo te llamas?’
Nobairo ‘mi nombre es…’
Pisaiki jaka ‘siéntate aquí’

[1] Varese, Stefano. La sal de los cerros. Lima, Retablo de papel Ediciones, 1973.

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

You are using my photograph without permission, please remove it from your site. Thank you.
Angela Cumberbirch

2 de julio de 2008, 12:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muchas gracias tu información es muy buena y me ayudó mucho para la elaboración de un trabajo.

31 de agosto de 2009, 7:14  

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